Cuando acaba el curso escolar, muchos niños y niñas en España se quedan solos en casa porque sus padres trabajan con jornadas interminables y nadie puede hacerse cargo de ellos. Y es que las consecuencias de la crisis han hecho mella: en España más de 2,5 millones de personas trabajan pero no pueden salir del círculo de la pobreza, son los llamados trabajadores pobres.
Son personas con trabajos precarios que apenas dan para vivir y que no permiten ningún extra: ni vacaciones, ni colonias ni siquiera alguien que pueda cuidar de sus hijos mientras ellos cumplen con su horario laboral. Mientras los padres trabajan los niños tienen que quedarse solos en casa y sin su única comida completa al día.
Estos hogares viven una situación dura y sorprendentemente no reciben ningún tipo de ayuda: según datos del estudio de Educo Nativos de la crisis: los niños de la llave, ocho de cada diez hogares de trabajadores pobres no reciben ninguna prestación. Así, cuando acaba la escuela, 580.000 niños y niñas tienen que pasar el verano solos en casa. Son los “niños de la llave”: niños que pueden entrar y salir de sus casas sin que nadie los controle porque tienen la llave de sus hogares.
Informe completo Nativos de la crisis: los niños de la llave aquí.