En la conmemoración este domingo 28 de enero del Día Mundial contra la lepra, la ONU recuerda que sigue siendo una enfermedad desatendida. La OMS ha identificado 22 países prioritarios entre los que se encuentra la República Democrática del Congo.
En este país la Fundación Albihar, con la financiación de la AACID y el apoyo de los Misioneros de la Consolata, ejecuta un proyecto para disminuir la incidencia de la lepra y la tuberculosis entre la población pigmea Mbuti.
El pueblo pigmeo es el más antiguo de los pobladores de África Central. A pesar de esto se encuentran en peligro de extinción como etnia por la privación del acceso a sus tierras ancestrales, por las explotaciones de madera y minerales, por la extensión de la agricultura en zonas de selva, por la creación de parques naturales de los que son expulsados y por los conflictos bélicos.
En su seminomadismo son más vulnerables a enfermedades parasitarias e infecciosas y su acceso al sistema público de sanidad y de vacunaciones es difícil y reducido. La mortalidad infantil ronda el 45%, y la esperanza de vida al nacer es de 40-45 años.
Con un índice de analfabetismo del 95%, el pueblo pigmeo está sometido al patronazgo de la mayoría bantú a través del poder del miedo, de la superstición, de la ignorancia.
La intervención está dirigida a 3500 personas, de las que 1.800 son mujeres, de etnia pigmea mbuti del territorio de Bayenga, en el Alto Uélé. También beneficia a la población bantú.
El proyecto gira en torno a tres ejes:
- Se han puesto en marcha campañas de salud en los 33 campamentos de población pigmea con la colaboración del centro de salud púbico de la zona, para diagnosticar posibles casos de lepra y tuberculosis. Una vez diagnosticada la enfermedad, se facilitan a estas personas los medicamentos adecuados y se les realiza un seguimiento para asegurarse de que los toman de manera correcta durante todo el período prescrito. También la población bantú de Bayenga (15000 habitantes) está siendo sensibilizada sobre la prevención de la lepra y la tuberculosis.
- A la vez y de forma transversal se aprovecha esta intervención para fortalecer al pueblo pigmeo en la toma de conciencia de su identidad como minoría étnica, en la necesidad de defender sus derechos y su territorio. También se trabajan estas ideas con la población bantú (etnia dominante en la zona) para propiciar un cambio de mentalidad en relación al pigmeo al que considera un ser inferior.
- Por último, se están reforzando las estructuras sanitarias del Estado, mediante la creación del Centro de diagnóstico de la lepra y tuberculosis y la formación en el protocolo para el diagnóstico y tratamiento de estas dos enfermedades.